Indeterminación
I.H: De "El impacto filosófico de la física contemporánea", capítulo final - Milic Capek
La resistencia a la idea de indeterminación física es principalmente de origen filosófico; erróneamente se cree que el contingentismo en la física significa la "ruina de la ciencia" y el "suicidio de la razón". Lo que hace que resulte especialmente difícil la aceptación de la indeterminación objetiva es el hecho de que el determinismo clásico está ligado no sólo a la idea cinético-corpuscular de la naturaleza, sino también a la idea cuantitativa de la naturaleza. Dentro de tales ideas la indeterminación física debe parecer necesariamente irracional, porque debe tomar la forma de fluctuación sin causa de ciertas cantidades, ya sea materia, energía o impulso. Por esta razón, una fluctuación sin causa de la cantidad de energía, por pequeña que sea, debe parecer tan absurda como el 'clinamen' de Lucrecio o cualquier tipo de 'creatio ex nihilo'.
Pero debemos reparar en el hecho de que el principio de indeterminación es tan incompatible con tal indeterminismo absoluto como con la causalidad estricta del tipo newtoniano-laplaciano. Pues a la luz de este principio el concepto de cantidad claramente definida pierde su significado; hablar de fluctuación sin causa es tan disparatado como hablar de constancia, por esta razón, cualquier intento de expresar la contingencia física en términos del modelo cinético y cuantitativo de la naturaleza no puede producir nada más que cosas raras y discrepancias.
La hipotética irracionalidad del indeterminismo en la física desaparece cuando nos damos cuenta de que el modelo laplaciano de la realidad física no es el único modelo racional del universo y que la insuficiencia establecida del determinismo clásico no implica nada más que una restauración de la transformación en el mundo físico. En el esquema determinista clásico la novedad y la transformación quedaron virtualmente eliminadas. El futuro era considerado como implícitamente contenido en el presente; así el tiempo quedó reducido, con palabras de Bergson, a "una simple deficiencia humana para conocerlo todo de una vez". Por otra parte, el carácter objetivo de la indeterminación física adquiere un significado inteligible en la idea dinámica de la realidad física, pues únicamente en el universo dinámico puede retener el futuro su carácter de 'futuridad' en vez de ser un presente disfrazado y completo; sólo en el universo dinámico deja de ser irracional la novedad. Es nada menos que una faceta esencial de la transformación; sólo en un universo dinámico el término 'posibilidad', en vez de ser síntoma de ignorancia humana, designa la ambigüedad objetiva del futuro.
Es importante observar que la emergencia contingente de novedades es tan incompatible con el universo estático de Spinoza y Laplace como con el universo milagroso de sucesos completamente no relacionados en el que puede suceder todo. Por el contrario, la influencia constructiva --aunque no predeterminante-- del pasado es una faceta esencial de la transformación, tanto como lo es la novedad irreductible de cada suceso presente. La aplicabilidad de las leyes de probabilidad a los sucesos microfísicos indica claramente que el concepto de causalidad debe ser ensanchado en vez de abandonado; lo que debe ser eliminado es únicamente su forma necesitarista estática anticuada.
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